Desde los años ochenta se han venido sucediendo en la sociología los argumentos teóricos de la globalización. En unos casos han sido los grandes teóricos contemporáneos quienes han contribuido al análisis, como en el caso de Giddens, Habermas, Michael Mann o Bauman. En otros casos han emergido nuevas teorías sociológicas a partir del análisis de la globalización, como en el caso de Castells, Robertson, Sassen o Wallerstein.
En este libro se pretende realizar un estado de la cuestión de la sociología teórica de la globalización tras varias décadas de producción. También es un balance crítico. Tras el tiempo trascurrido desde los primeros análisis, muchos de los supuestos y argumentos iniciales han resultado ser insostenibles, como los relativos a la muerte de la geografía, o los problemas de legitimación del Estado de bienestar en el capitalismo global.
Además, encontramos una gran pluralidad de enfoques que apenas dialogan entre sí. La fragmentación teórica era un mal endémico de la sociología contemporánea, pero un nuevo factor la agudizó. Al mismo tiempo que se desarrollaba el discurso sociológico de la globalización también irrumpía el postmodernismo en el panorama intelectual, con los beneficios pero también los graves perjuicios que ha causado en la sociología, y en particular en el análisis de la mundialización. El resultado es que a día de hoy la sociología tiene muchas teorías de la globalización, pero no una teoría global y general como las que elaboraron en su momento Marx, Weber o Durkheim sobre el capitalismo.
El libro espera contribuir a aclarar el complejo panorama de la teoría sociológica de la globalización. Además del balance de la teoría de la globalización, en el libro se analizan cuestiones particulares como las consecuencias teóricas de la globalización para la sociología comparativa, el papel de las nuevas tecnologías en el reforzamiento del poder de los Estados con la globalización, etc.