Los trabajos preparatorios para este libro de manualidades fueron mi primer contacto con el mundo de los palos de helado y debo decir que ¡de inmediato me sentí entusiasmada por ellos!
Es sorprendente la cantidad de buenas ideas que se pueden llevar a cabo con este material tan sencillo, ¡incluso para los que tienen las manos muy pequeñas! Y sobre todo la gran variedad de cosas para las que se pueden emplear, como invitaciones, tarjetas, adornos para la mesa, para colgar en los regalos, para ventanas y puertas o, sencillamente, como pequeño obsequio la próxima vez que se vaya a visitar a alguien.
Para que tenga a mano un motivo apropiado a lo largo de todo el año, se me ha ocurrido preparar algo para cada mes.