Éste es un libro tan necesario como revelador, que apuesta por la vitalidad de las personas que se preparan para envejecer.
Cumplir sesenta años no debe ser una preocupación porque, tal vez, alguna limitación se impone, sino aprender a renacer en una vida distinta, no menos fascinante. Las ganas de vivir y el espíritu activo que este texto presenta contagiarán ánimo a toda una generación de personas que todavía no lo han dicho todo.