Son los celos de Hera, la mujer de Zeus, los que desencadenan la desgracia de Hércules. El héroe, hijo del
dios más poderoso del Olimpo, se ve obligado a abandonarlo todo y someterse a los designios del hombre que más odia:
Euristeo, rey de Argos. Como penitencia, deberá cumplir las doce difíciles pruebas que se le encomiendan y que parecen
imposibles. Hércules es, probablemente, el héroe de la mitología grecorromana por antonomasia y su figura, de fuerza
sobrehumana, una de las más populares de la cultura occidental.