En la poesía del siglo XX, el nombre de Marianne Moore ocupa un lugar esencial. Quizá sea, después de Emily Dickinson, la poeta más radical que han dado las letras norteamericanas. Compañera de generación de Wallace Stevens o de William Carlos Williams, Moore logró crear un universo poético, tanto en el fondo como en la forma, muy distinto a lo que hasta entonces se había hecho. Poeta del mundo natural, muy poco dada al tono confesional, su poesía nace en el imaginismo de su generación y desemboca en el alumbramiento de una poesía construida con imágenes y símbolos de una belleza pura. Ahora publicamos, por primera vez en castellano, su poesía completa, al cuidado de Olivia de Miguel, experta en la obra de Moore. Un texto de T. S. Eliot sobre la poeta y la entrevista que le hizo Donald Hall completan la edición.