Poemario de una joven poeta que constituye todo un canto a las vicisitudes de la vida cotidiana, al amor, al desamor, con mucha fuerza, imágenes sorprendentes y un aire fresco expresivo muy potente (y de temática muy generacional). Este libro es una conversación entre mi cuerpo y mi cabeza, a veces un poco intensa, no te voy a engañar, pero llena de verdad y de sirenas. Hablo de lo que pensamos cuando estamos tristes. Porque todos pensamos lo mismo cuando estamos tristes. Es posible que en este poemario también encuentres un poquito de prozac y de desamor, porque hablo de destrozos, océanos y vértebras. De animales marinos que me han acompañado a lo largo de un viaje sin gluten y sin mucha comida en general. De Laponia y de mi amor hacia las ciudades frías. Tan frías que hasta los elefantes se congelan. También hablo de alegrías y del miedo a la muerte. A mi manera, claro.