Una oleada de incendios forestales está arrasando gran parte del estado de Victoria, en Australia, dejando
a su paso un rastro de muerte y destrucción que amenaza con llegar a la mismísima capital, Melbourne. Con todas las
autoridades volcadas en las tareas de rescate y extinción, al inspector Stephen Villani, de la brigada de Homicidios,
le adjudican un caso que exigirá toda su experiencia y sangre fría: una serie de asesinatos que parecen ir directamente
dirigidos a la línea de flotación de la alta sociedad de Melbourne. Villani deberá enfrentarse a un enemigo sin rostro
en un complejo asunto que mezcla el crimen organizado, las crecientes tensiones con la comunidad aborigen y una
preocupante corrupción policial.