John Grisham se adentra por primera vez en el género de la no ficción para abordar la vida de Ronald Keith Williamson, un hombre condenado injustamente a la pena de muerte.Ronald Keith Williamson nació en una pequeña población de Oklahoma, lugar que abandonó para dedicarse al béisbol. Su talento deportivo le auguraba una gran carrera, pero sus problemas de salud acabaron truncándola. De vuelta en Oklahoma, Williamson fue acusado del asesinato de una mujer y condenado a muerte por ello. Sólo cinco días antes de ser ajusticiado lograron sus abogados demostrar su inocencia, siendo liberado en 1999, tras doce años en prisión. En diciembre de 2004, tras padecer continuos desórdenes psíquicos, murió a la edad de 51 años. Grisham decidió poner por escrito la odisea de Williamson tras leer su obituario en el New York Times. A veces, la realidad supera la ficción.