nunca y que no parecen tener nada en común han tenido el mismo sueño, una pesadilla recurrente presidida por una figura terrorífica.
Todos ellos son hallados muertos posteriormente. La policía enseguida descubre que las víctimas compartían dos hechos significativos: todos habían pernoctado recientemente en un mismo hotel viejo y misterioso de las montañas Adirondack y todos ellos habían asistido a sesiones de terapia con el mismo hipnotista.
David Gurney deberá apresurarse a resolver esta serie de interrogantes imposibles, que desconcertarán tanto a su cabeza como a su corazón.
Una trama inteligente y vertiginosa, acompañada de giros magistrales, con la que descubrirás que nunca, ni siquiera en tus propios sueños, estás realmente solo.