Diego está muy raro. No se ríe, no se despega de su móvil, no quiere jugar y, lo peor de todo, dice que ya no quiere saber nada del espacio. Todo lo provoca un marciano que se ha colado en su oreja y que se divierte haciendo que se entristezca. Su hermana Sara y Neil Armstrong, su oso de peluche, lucharán contra el invasor para expulsarlo y mandarlo muy lejos de la Tierra.