Haciéndose pasar por un campamento de supervivencia para delincuentes juveniles, el Rancho de la Tierra es en realidad un campamento de magia para jóvenes adeptos, que aprovecha su situación remota y su omnipresente nieblánica como protección. Los chicos del campamento tienden a confundir el delito con la magia. En esta segunda aventura, mientras Clay ayuda a su nuevo amigo, Brett, un chico náufrago que quiere mantener su presencia en secreto, empieza a desvelarse un ardiente misterio, pues todos los indicios apuntan a la imposible idea de que los dragones habitaron en otro tiempo la isla... y tal vez sigan en ella.