Mientras trabajaba como recaudadora de fondos para Save the Children, Clare Mulley se encontró una nota escrita ochenta años antes por Eglantyne Jebb, la fundadora de la organización. Ésta rezaba: «no es que el mundo sea egoísta, es que le falta imaginación, y está muy ocupado». Desde entonces, se sintió fascinada por su figura y su historia: una mujer poco convencional a la que no le gustaban los niños pero que les dedicó su vida. Desde Cambridge hasta Serbia, Clare Mulley relata en este libro las andazas de una mujer carismática y apasionada que ayudó a salvar millones de vidas y cambió para siempre la forma en la que el mundo trata a los niños.
La mujer que salvaba a los niños constata la diferencia que puede marcar una sola mujer, una biografía galardonada que devuelve a la vida a esta humilde revolucionaria, cuyo coraje y pasión ayudaron a tantos niños, y cuya corta vida dejó un duradero legado.