'El lento adiós de los tranvía', novela que apareció, en primera edición, en 1992. Es la historia de una apasionada búsqueda. Un joven estudioso de viejos periódicos locales intenta dar con el paradero de un artista desaparecido en la posguerra y del que tan solo tiene difusas noticias de mucho tiempo atrás. Son los años finales de la década de los sesenta en el Madrid gris y desarrollista del franquismo. Con el autor, nos adentramos en una ciudad en la que la vida discurre entre la realidad oficial, el conformismo y el mundo de la oposición clandestina.
El azaroso proceso de investigación se ve cruzado por esa realidad contradictoria, nutrida de sueños, miedos, entusiasmos y deserciones. Estamos ante una rigurosa novela que sumerge al lector en un mundo inquietante: los últimos tranvías de Madrid, el deterioro de la vieja Ciudad Lineal, la incierta geografía de una ciudad cambiante, moviéndose entre un pasado provinciano y una vocación cosmopolita. Estamos, pues, ante una ambiciosa penetración en una parcela de nuestra memoria colectiva, ante una inmersión en la vida cotidiana del franquismo. Con esta novela, Manuel Rico, dueño de una prosa rica y precisa a la vez, llena de registros y no exenta de despuntes líricos, puso de relieve que es dueño de un universo propio, cruzado por no pocas preocupaciones existenciales.