Hiperrealista, poético, de una desbordante sensibilidad para lo infinitesimal, Raduan Nassar nos brinda en Una niña en camino una colección de cuentos que continúan la senda de excelencia que le es propia. En el relato que da título al libro, seguimos los pasos de una niña descalza por la zona rural y depauperada en la que vive, y vemos con sus ojos las cosas y los personajes con que se cruza en su camino, como si ese paseo fuera una decantación del mundo, del universo entero, en su furor y su misterio, pero también el descarnado reflejo, el nauseabundo y picaresco retablo de una sociedad violenta y miserable. Por las páginas de los demás relatos de este volumen se pasean los fantasmas del deseo –y su ausencia–, del desamor, de la frustración, de la soledad, todos ellos temas recurrentes del autor, con los que compone virtuosas variaciones que encandilarán al lector más exigente.
Raduan Nassar escribió toda su obra narrativa –formada por los cuentos recogidos en este libro y por las novelas Labranza arcaica y Un vaso de cólera, también publicadas en Sexto Piso– durante los años sesenta y setenta del siglo xx. En 1984, pese al enorme éxito y prestigio crítico que había cosechado, Nassar declaró que había perdido el interés en la literatura y que abandonaba la escritura y la vida pública, retirándose a una pequeña granja donde se dedicó a la agricultura. Su legado literario, por fin disponible en su totalidad para los lectores de lengua española, es una obra breve y deslumbrante, tal vez aún desconocida para el gran público pero absolutamente central en el canon de la literatura brasileña contemporánea, definida por una voz poderosa y única.