En esta época convulsa y compleja, en la que el capitalismo financiero, armado de fake news, autoritarismo y neoliberalismo, amenaza con invadir las parcelas más íntimas del ciudadano y redefinir nuestra vida, Billy Bragg señala los tres pilares sobre los que debería edificarse la libertad para que esta no sea una mera cáscara vacía: la franqueza, la igualdad y la responsabilidad. Para protegernos de la irrupción de la tiranía, hemos de ir más allá de una idea unidimensional de lo que significa la libertad, capaz de restaurar el poder individual engendrado por sus tres dimensiones.