Este libro está dirigido a padres que quieran elegir la clase de juguetes y actividades para sus hijos, docentes en busca de nuevas formas de ayudar a sus alumnos a aprender, directores de escuela que deseen poner en práctica propuestas educativas novedosas, diseñadores que crean nuevos productos o actividades dirigidas a un público infantil o, simplemente, a aquellos que sienten interés por los niños, el aprendizaje y la creatividad. En él se pone de manifiesto que, con el diseño y el estímulo adecuados, las nuevas tecnologías pueden permitir que todos los niños, sin importar su procedencia, dispongan de un mayor número de oportunidades para experimentar, explorar y expresarse, a la vez que, durante el proceso, logran desarrollarse como pensadores creativos. El pensamiento creativo ha sido siempre, y seguirá siéndolo en el futuro, un elemento fundamental que otorga sentido a nuestras vidas. Ser un pensador creativo no solo produce beneficios económicos, sino también alegría, plenitud, propósito y significado. Los niños no se merecen menos.