Obra compuesta de ciento cuarenta y dos libros de la que solo se conserva una tercera parte: del 1 al 10 y del 21 al 45.
Livio no estudió fuentes originales, ni conoció personalmente los lugares en que transcurre la acción, ya que la amplitud del tema no se lo hubiera permitido. Al igual que la mayoría de los historiadores precedentes, se basó en la labor de los analistas, que van desde Fabio Píctor hasta Licinio Macer, pasando por Claudio Cuadrigario y Valerio Antias, etc.
El libro relata la época de la monarquía romana, la historia de la República hasta la invasión de los galos, las guerras de los samnitas (del libro 1 al 10), la guerra con Aníbal (del libro 21 al 30), y de los hechos sucedidos hasta el triunfo de Emilio Paulo (del 31 al 45).
En el relato de Livio nos encontramos muchas inexactitudes y discrepancias cronológicas debidas a su sistema de trabajo, ya que recurría a diversas fuentes para completar y corregir sus datos. Además su patriotismo le lleva a falsificar en cierto modo su narración acentuando o suprimiendo algunos detalles.
Influido por el estoicismo, ve el ascenso de Roma como algo providencial. Le gusta también interpretar psicológicamente su visión filosófica de la historia, intenta comprender desde lo más íntimo los hechos, los esfuerzos y acciones de todos los personajes. Aunque como historiador debería relatar los hechos con fidelidad, su pretensión de aunar la historia con la poesía, por el estilo y forma de tratarla, lo lleva a escribir episodios de gran eficacia emocional y artística.