Violeta es alegre, entusiasta y una obsesa de la jardinería. Ha hecho la promesa de vivir en mayúsculas, luchar por lo que quiere y no rendirse ante las adversidades. Estas comienzan el mismo día en el que abandona a su novio, su trabajo y su pueblo para mudarse a Madrid con su hermana Rosa, que no la recibe con los brazos abiertos. La aparición de Diego, como un vendaval con su actitud de cactus, desentierra viejas rencillas familiares y pone su vida patas arriba.Todo parece estar en su contra y la promesa que tan fácil le pareció en su momento se convierte en una lucha diaria de la que no está dispuesta a salir vencida.