Emilio Salgari fue mucho más que un mero "Verne italiano", creó el género de aventuras en italiano a partir de unos modelos foráneos que supo adecuar al gusto de sus compatriotas, potenciando los aspectos operísticos, por ejemplo, y a su vez enriqueció el género con aportaciones muy personales. Los héroes de Salgari quizá estén fuera de la ley, pero defienden con tenacidad las ideas de libertad y justicia y generosidad hasta crear una literatura mitológica del valor. Feroz en la batalla y apasionado en el amor, el Corsario Negro es el inolvidable protagonista de esta novela trepidante y, probablemente, sea el sujeto estético más refinado del universo salgariano.