La Ciencia ha fracasado a la hora de explicar la naturaleza profunda de la realidad. A pesar de que nos sorprende cada día con nuevos descubrimientos asombrosos, que hacen la vida más amable, ignora la base real de nuestra existencia.
Su apuesta reduccionista por el materialismo nunca ha sabido concretar la índole del espíritu ni justificar su carácter decisivo en las grandes transformaciones que sufre el mundo. ¿Por qué la ambición de un iluminado provoca una guerra que acaba con millones de vidas o la palabra de un profeta cambia radicalmente el devenir de una sociedad?
Tampoco ha encontrado los mecanismos materiales de la Física. La existencia se guía por ecuaciones matemáticas que actúan como leyes de obligado cumplimiento por la Naturaleza, pero nadie sabe por qué razón son obedecidas. No sabemos cómo la información puede viajar por el universo más velozmente que la luz, o qué es la energía ni cómo se transforma. Hasta el Big Bang es incierto porque incumple la ley de la conservación energética y no deja de ser sorprendente nuestra incapacidad para crear vida en el laboratorio. José Luis Manzanares nos aporta una tesis disruptiva que da sentido a todo ello y aspira a ser la respuesta definitiva a la eterna pregunta del hombre sobre qué somos y qué nos mueve.