En el veranode 1971, la prisión de Attica, en el estado de Nueva York, es un símbolo de todo lo que no funciona en Estados Unidos: abusos contra los presos, racismo rampante y mucha vista gorda frete a las injusticias que se llevan a cabo contra los internos. Pero cuando los guardias de Attica reaccionan exagerdamente ante un incidente menor, los presos deciden que ya han tenido suficiente y se alzan.