África es, hoy, el continente más joven del mundo. Si se respira el ambiente de las ciudades de un África inmersa en un proceso de rápida urbanización o se escuchan las conversaciones en las apacibles calles de aldeas y pueblos, se adquiere una certeza: los jó-venes africanos tienen altas expectativas y los políticos empiezan a preocuparse por cómo responder a sus demandas. En este contexto, en el que la región se enfrenta a múltiples desafíos, como las pandemias, el cambio climático, la pobreza o los conflictos, nos decidimos a situar una línea que rodee a los seis estados que conforman el Sahel Occidental y analizar los desafíos y los logros que han experimentado de cara a la consecución de la Agenda 2030 en los últimos años. Nuestra conclusión: aunque queda mucho trabajo para poder alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible, también se puede presumir de algunos logros y avances. Incluso en un territorio tan olvidado, complejo y con el viento en contra como el Sahel. Un territorio que está a la vera de Canarias, parte de su vecindario inmediato, y cuya prosperidad y bienestar tienen que redundar, ne