Tomé Martínez ha escrutado durante dos décadas cada rincón de la geografía gallega en busca de los secretos paleontológicos y arqueológicos que se agazapan en su variada orografía, y los enigmas antropológicos que definen el mundo tradicional de la Galicia mágica. En ese viaje ha encontrado respuestas a los grandes enigmas que plantean los petroglifos, megalitos o la civilización que habitó los castros. Estas investigaciones de campo, de la mano de arqueólogos, nos desvelan un pasado inédito y sorprendente del que se da buena cuenta en las páginas que conforman un nuevo y revolucionario paradigma histórico que nos ayuda a comprender la complejidad narrativa de un paganismo ancestral y su reflejo en la cosmología de aquellos pueblos. También ritos y creencias que siguen vivas en los numerosos santuarios que se desperdigan por la geografía galaica. Una visión antropológica de lo sobrenatural que sigue teniendo vigencia a través de los hombres y mujeres con facultades psíquicas que ejercen sus oficios. Una medicina popular cuyos secretos se dan a conocer en las páginas de este libro.
Viajaremos a los acantilados de la Costa da Morte y buscaremos las razones que impulsaron la peregrinación a Compostela y al Finisterre. En este viaje por el tiempo atravesaremos el río del olvido en plena conquista romana, asistiremos al nacimiento de Gallaecia, buscaremos la tumba de Prisciliano, la presencia vikinga o la huella de los canteros y arquitectos medievales. En la noche de San Juan saltaremos sobre las hogueras que activan las energías telúricas de los santuarios sagrados en los que se manifiestan los «otros habitantes» de la Galicia misteriosa. Seres mitológicos que, como sucede con la Santa Compaña, se aparecen a los hombres en los cruces de caminos, las «corredoiras» o junto a los castros o ríos sagrados que serpentean las entrañas de los bosques o las faldas de las montañas sagradas. Sentiremos la presencia turbadora de las almas en pena, de los hombres lobo o del mismísimo diablo; pero también las fórmulas que llevan a cabo los exorcistas para liberar el cuerpo y la mente de los poseídos.