¿Vives convencido de tu soberano y libérrimo individualismo, de tu falta de ataduras? ¿Te han persuadido de que eres el amo de tu destino y el capitán de tu alma? El filósofo Jorge Freire nos invita a renunciar cuanto antes a tales disparates.
Pese a la saturación de consignas de coaching en la que vivimos, lo cierto es que no somos deidades capaces de engendrarnos de la nada. La filosofía y la sabiduría antiguas pueden ayudar a deshacernos de la fantasmagoría del self-made man.
Hazte quien eres es un llamamiento a revisar los equívocos sobre los que nos han dicho que se construye una vida buena. El hombre, por su propia naturaleza, puede hacer de todo menos hacerse a sí mismo.
Freire, el ensayista más perspicaz y afilado de su generación, nos recuerda cómo las relaciones en las que estamos inmersos y las determinaciones sociales que nos constriñen impiden tomarse en serio la mitología turbocapitalista de la unicidad y el adanismo.
En estas páginas se aborda también el problema de nuestro tiempo, la dichosa «identidad». El filósofo defiende que no se da tal cosa en personas y comunidades: hay, más bien, «historicidad», lo que hacemos. Por eso, el identitarismo no es más que una variante del narcisismo. Porque peor que creer que uno no tiene ombligo es pasar la vida mirándoselo.
A partir de la máxima «Hazte el que eres, como aprendido tienes», de Píndaro, Jorge Freire nos anima a cultivar provechosamente las circunstancias que nos condicionan, y a convertirnos en aquello que deseamos parecer. Y la mejor forma de hacerlo es mediante el ejercicio de las buenas costumbres, aquellas que nos acercan a la virtud.