Cuesta imaginar una España no turística, pero a muchos les cuesta todavía más imaginar una España turística antes del boom y eso que el turismo entró muy pronto en el debate sobre la contemporaneidad y lo español. Este libro narra cómo España empezó, y aprendió, a ser turística desde finales del siglo XIX cuando comenzaron a llegar sus primeros turistas y las élites nacionales se aficionaron a uno de los fenómenos que más consecuencias ha tenido sobre el mundo contemporáneo. El turismo español previo al boom no es ni el de las cifras millonarias, ni el del gran negocio nacional, sino el de la exploración de temas profundamente arraigados en la época como el descubrimiento de la nación, la nueva relación del cuerpo con los placeres al aire libre, la ambición europeizadora, los sentimientos de identidad, la imagen de España en el mundo y la sensación de movimiento y velocidad. Es también una oportunidad para revisitar unos años fundamentales en la construcción moderna de España de la mano de los que la miraron y la «reelaboraron» con otros ojos: sus turistas.