La protagonista de esta historia está desbordada: pese a renunciar a su trabajo en una galería de arte, su tiempo parece escurrirse entre cuidar de su hijo de dos años y ocuparse de la casa. Su marido, claro, está demasiado liado viajando por trabajo. El agotamiento es tal que muchos días cree perder la cabeza. Como ahora, que siente estar transformándose. ¿En qué? No quiere pensarlo, pero una mata de pelo rasposo le crece en la nuca, y en su boca los colmillos parecen estar afilándose. Y luego está el hambre descontrolada, canina, que la domina cada noche?