Esta es la historia de algunos atípicos viajeros –Sterling Hayden, Josep Maria de Sagarra, Zane Grey, Friedrich W. Murnau, Victor Segalen, Rupert Brooke, Robert Gibbings o Henri Matisse– a quienes el azar o el sueño llevó a los Mares del Sur, a la Polinesia, como en busca de una Arcadia mítica. Hermanados por el espejismo tahitiano, todos ellos tuvieron algo de beachcombers –mito complementario al de la vahiné tahitiana–: especie de vagabundos de las islas, disolutos, para quienes Tahití era un irrefrenable anhelo y el viaje a aquellas latitudes una verdadera peregrinación. Mientras tanto, algunas escritoras expatriadas a estas islas, como Aurora Bertrana o Elsa Triolet, redefinirán lo exótico como cotidiano