Si bien La vocación del remo es un libro de viajes cuyos poemas evocan recorridos concretos -de Burgos a Sevilla, de Medellín a Bogotá, de Estrasburgo a Maguncia o de Santa Cruz a La Habana-, el trayecto protagónico del relato transcurre entre el niño nacido en un pequeño pueblo de Los Andes y el adulto que no solo ha visto el mundo, sino que ha sido tocado por él. Los poemas de La vocación del remo nos conducen por paisajes tan disímiles como los ardientes ríos del trópico colombiano o los acantilados de Normandía; aún así, el recorrido conduce al mismo lugar: uno que se encuentra más cerca del interior del poeta que del paisaje.