Dos obras eminentes de reforma espiritual, evangélica, puramente católica, conforme al espíritu de san Francisco de Asís. Tiempos de plena ebullición religiosa en España. Bernabé de Palma (1469-1532) y Bernardino de Laredo (1482-1540) son flor de la renovación espiritual promovida por el franciscanismo en el siglo XV. Inmersos en la reforma de Cisneros y la herencia piadosa de la Observancia; contemporáneos al evangelismo de Erasmo y al nacimiento de los alumbrados, ahondan en la raíz de la verdadera reforma personal y eclesial: la oración en alturas de contemplación. Palma y Laredo son en esto hermanos gemelos. Lo comprendieron entonces los jesuitas del Cenáculo de Gandía y santa Teresa de Ávila, quienes tuvieron como guía espiritual a estos dos humildes escritores. En menos de veinte años el Via Spiritus tuvo siete ediciones, hasta que la Inquisición lo puso en el Índice de libros prohibidos y desapareció de España. Gracias a la Biblioteca Nacional de Lisboa, donde se ha refugiado por más de cuatrocientos años, ahora vuelve por vez primera a su patria. Bien merecen acogida triunfal Bernabé de Palma y Bernardino de Laredo: el uno desterrado y el otro olvidado.