Segundo tomo de las poesías completas de Osías Stutman, hasta el presente, en el que se muestran intactas su sensibilidad y voluntad poéticas. «Trata de procurarle al lector un despertar en el poema lo más cercano posible a un sueño, un despertar lúdico, maravillado, fiel a las consignas shakesperianas del cuento de invierno: ?los sueños son juguetes? o ?nunca fue un sueño tan parecido al despertar?. Mantiene un regocijo que es señal indiscutible de su obra», destaca Juan Bautista Durán en el prólogo. «Culto, zumbón, Stutman es una amalgama única, y de efecto estimulante» (Babelia)