«Tenemos que hablar», le dice Lola a su marido durante el desayuno. Él le responde que lo harán por la noche, cuando acabe su jornadaen el taxi. Sandino es un hombre melancólico, que duda en regresar a casa porque teme que Lola, harta de sus infidelidades, lodeje.No está muy seguro de si desea que eso suceda, como tampoco sabe si le gusta ser taxista, sies capazde querer a alguien o si todo consiste en seguir rodando y chocando, como una bola en una mesa de billar llamada Barcelona.
Durante siete días y sus seis noches, Sandino recorre las calles y los barrios como un muñeco roto que huye de sí mismo, un depredadorque deambula sin rumbo fijo, de sitio a sitio, a criterio siempre del cliente, del tedio o de la ocasión de cauterizar la herida de la forma más carnal. Y mientras dura su particular odisea, en su mente se mezclan y entrelazan las historias de pasajeros, amigosy enemigos, una maraña de recuerdos y fantasmas del pasado que dibujan un mapa existencial de su vida, de la vida de la ciudad y delos personajes que la habitan. Tal vez así, en su fuga hacia la nada, Sandino logreliberarsede sus ataduras, de sus amores espurios y del entorno que lo atenaza para llegar a algún lugar en el que nunca ha estado.
La crítica ha dicho...
«Sandino, el taxista melancólico y hambriento de amor que busca y huye por Barcelona al ritmo de The Clash, es uno de los personajes más formidables de la literatura reciente».
Isaac Rosa