Mis propósitos para este verano:
Terminar la carrera de Arquitectura con nota ?
Ser menos intensito ?
Firmar un contrato de prácticas en el estudio más top de Madrid ?
Visitar más a mi abuela ?
Contar con amigos de verdad que me quieren a pesar de mis rayadas ?
Beber menos entre semana ?
Conseguir que mi “novio” belga esté dispuesto a dejarlo todo por mí ?
Evitar que la tensión sexual con mi atractivo jefe italiano arruine el resto de propósitos ?
Cuando me aceptaron en el estudio de Marco Mancini, el arquitecto más cotizado de Madrid, supe que acababa de subirme a un tren que solo pasa una vez. Si te dan la oportunidad de demostrar tu talento e impresionar a alguien a quien admiras tanto, ¿qué sería más imperdonable: no lanzarse al vacío… o hacerlo con todas las consecuencias?
Lo que no entraba ni en mis sueños más locos es que mi interés por Marco pudiera ser recíproco, y que se convirtiese en una atracción que nos pusiera a prueba y nos sumergiera en el mejor verano de nuestras vidas. Uno marcado por las nuevas experiencias, las mentiras que lo cambian todo y, sobre todo, por un excitante tira y afloja que nos está llevando al límite.