Cuando Sigismondo E. Deruga tiene conocimiento de que es sospechoso del asesinato de su ex mujer, inmediatamente viaja a Múnich desde Praga, donde ejerce de médico desde su divorcio. Su propósito es averiguar quiénes son sus calumniadores y querellarse contra ellos. Sin embargo, nada más llegar descubre que el ilustre juez Zeunemann ya ha aceptado la acusación en su contra, a instancias de la seductora baronesa Truschkowitz, que afirma que Deruga está en bancarrota y ha matado a su ex mujer para recibir el dinero que le había dejado en su testamento. Los testimonios de los testigos nos revelarán lentamente la compleja relación matrimonial de los Deruga, el verdadero motivo de su divorcio y la sorprendente verdad que se oculta tras su muerte.