Un pueblo de gatos, un diabólico gato azul que se aparece en las pesadillas, uno que vaga por el cementerio. Gatos, gatos, gatos. Una dama con plumaje de cuervo. Delirios opiáceos, poemas melancólicos y lúcidos aforismos.
Un libro para leer y releer varias veces, que descorre el pestillo de la puerta entre el mundo ordinario y el de los sueños. Una música cuyos acordes llegan diáfanos y luminosos en una noche de luna.