Wynd ha crecido odiando a los sidh: le arrebataron a todas sus personas queridas. Por eso, está dispuesta a todo con tal de vengarse, incluso infiltrarse en palacio para llegar al Deirnas, su gobernador. Para ello, se presenta a las pruebas para entrar en su guardia. Sin embargo, y aunque consigue superarlas, nada ha salido como esperaba: se ha enamorado de uno de sus compañeros, nada más y nada menos que Aren, el hijo del Deirnas.
Wynd deberá decidir si deja el pasado atrás y apuesta por un nuevo futuro o… da muerte a aquello que ahora más ama.