Una obra que explora las posibilidades narrativas del cómic y que es ya un clásico imprescindible para todo amante de la historieta. Un libro que se lee en todas direcciones.
Un hombre se levanta de su mesa de trabajo, camina hacia el comedor mientras responde a una cuestión trivial formulada por su pareja desde la planta de arriba, abre la puerta del frigorífico y se pregunta: ¿Qué diablos venía a buscar aquí?.
¿De cuántas maneras puede explicarse una escena tan sencilla? Según Matt Madden, de muchas: noventa y nueve, para ser exactos. Madden sigue la propuesta de Ejercicios de estilo de Raymond Queneau -una obra que desafía los géneros y las formas literarias para mostrarnos las infinitas posibilidades que hay al alcance de cualquier narrador- y traslada esta exploración al lenguaje del cómic. El resultado es un experimento estimulante, lúdico y revelador que se ha convertido en un clásico para los amantes de la historieta.