Juan Carlos tiene nombre de virgen y ha escrito Romero recién cortao', un pasaje hacia la fragilidad y la fuerza de un ser y unos seres que habitan tierras extremeñas, donde lo violento y lo sucio se pierden entre el sudor y el amor, donde la visión de la maldad no impide la de todo lo que es hermoso. La lengua se hace suya a través de los siglos, enteramente nueva y vieja a la vez. […] Me hace realmente feliz pensar que estas palabras se hacen públicas, que pueden leerse casi a oscuras, envueltas entre las sábanas, o en voz alta paseando por un campo. Palabras para los amantes, para las amigas, para la abuela, para el amor. Ojalá entréis como yo lo hice y como vuelvo a hacerlo ahora, un año después, admirada por el manejo que Juan Carlos tiene del lenguaje y del cuerpo, por este libro cabeza, lengua, corazón. [del prologo de Violeta Gil]