«Su pelaje era de un hermoso color gris oscuro y tenía rayas negras en los costados, como las rayas de un tigre. Sus ojos eran muy grandes y sus orejas extraordinariamente largas y puntiagudas. Solía hacer algo que nunca escuché decir de ningún otro gato: solía jugar al escondite. ¿Alguna vez han oído que un gato juegue al escondite?» La pequeña Helen, de viaje con su padre, comienza a recibir cartas escritas por su gata Minina contando las locas aventuras que vive en la casa familiar. Travesuras, misterios y, como no, un romance hacen de estas cartas una lectura recomendada para felinistas.«No estoy completamente segura de que mi gata haya escrito estas cartas ella misma. Siempre me llegaban dentro de las cartas que me escribía mi mamá y nunca la pillé escribiendo mientras estaba en casa. Pero la caligrafía era bastante mala y estaban firmadas con el nombre de Minina».