Por qué como madre también puedes (y debes) pensar en ti misma
La vida con niños puede sentirse como una lista interminable de tareas por hacer, en la que siempre andamos rezagadas. Es comprensible que en medio de este ajetreo perdamos de vista algo fundamental: nosotras mismas. Para enfrentar el desafiante día a día es crucial cuidar de nuestro bienestar. Tomarte tiempo para ti misma, tratarte con compasión y defender tus necesidades: estos son los principales ingredientes del amor propio. Así no solo recargas tu propia energía, sino que también construyes recursos internos que te acompañarán toda la vida. Y lo mejor de todo: le estás enseñando a tus hijos algo de lo que se beneficiarán más adelante: el maravilloso valor del amor propio.
La coach de mindfulness y meditación Mascha Blankschyn te invita en este libro, con numerosos ejercicios y reflexiones a: