¿Cómo es posible que gran parte de las mayores barbaridades de la historia hayan sido cometidas por personas que creían estar haciendo el bien?
Cuando las mayores maldades las comente gente que cree hacer el bien
Una nueva epidemia ha llegado a nuestras sociedades: la hipermoralización. En el clima actual de polarización política, marcado por un «ellos frente a nosotros», una espiral de virtud imparable nos exige cada vez mayores niveles de corrección, lo que se hace patente en la cultura de la cancelación, la sociedad del victimismo, la indignación continua en redes sociales y el postureo.
El psiquiatra Pablo Malo estudia la naturaleza de la moral y la moralidad, y explica que el rol antes ocupado por la Iglesia o el sindicato como prescriptor de valores ha sido sustituido por el wokismo a través de canales como Black Lives Matter, las políticas de identidad, la teoría queer y el feminismo interseccional.
Y ante este punitivismo nos alerta, pues como dice él mismo: «El mundo no consiste en gente buena que hace cosas buenas y gente mala que hace cosas malas, pues las mayores maldades a lo largo de la historia las cometieron gente que creía hacer el bien».