Durante mucho tiempo, el realismo fue desestimado por gran parte de la tradición filosófica continental, siendo considerado un tema periférico. Sin embargo, este paradigma ha experimentado un cambio significativo. En El auge del realismo, una obra innovadora y desafiante, dos destacados filósofos, Graham Harman y Manuel DeLanda, exploran el notable ascenso del realismo dentro de la tradición continental. Abordan no solo las convergencias y discrepancias en sus propias posturas, sino que también analizan el trabajo de otros pensadores contemporáneos y evalúan las corrientes filosóficas rivales. Comienzan examinando la relación entre el realismo y el materialismo, vinculación que DeLanda estrechamente relaciona y que Harman busca diferenciar. La segunda parte se sumerge en las diversas interpretaciones del realismo, donde ambos autores colaboran para definir ampliamente el término. Posteriormente, se produce un animado intercambio sobre las virtudes y desventajas del realismo de atractores y singularidades de DeLanda, comparado con la teoría orientada a objetos de Harman en la tercera parte. La cuarta parte