«Éramos las desubicadas. Las abandonadas, las despreciadas, las chicas difíciles que nadie quería, las locuelas, las agresivas, las de la autoestima por el suelo… En fin, ovejitas desamparadas que reunían en un redil. Pero ovejitas que al crecer se podían convertir en lobos». Juana Cortés alumbra con este puñado de relatos la vida de un grupo de chicas que viven en «el Campo», el centro de acogida en el que han acabado tras sufrir diversas tragedias familiares. Gema, Perla, Desi y Nina, las «niñas del corazón roto», tratan de sobreponerse al desarraigo mediante los bellos lazos que construyen entre ellas. La autora nos introduce así en el mundo de las «hermanas», un mundo de rabia y subversión, de exploración de los límites frente a la placidez de los sueños burgueses.