Por las páginas de Nocturno, Gabriele D’Annunzio hace desfilar recuerdos de infancia y juventud; sus conquistas amorosas; crónicas de guerra; sus fantasías eróticas; y, sobre todo, el recuerdo de sus compañeros de armas, de los valientes soldados, héroes de la aviación italiana, con los que había compartido aventura y gloria o, al menos, el sueño de la victoria.