«Imagino a mi madre corriendo arriba y abajo en aquellos dos años —¡qué rápido fue siempre su paso, incluso a los setenta!—, atravesando la luz moteada y la sombra, siempre con hojas verdes en la cabeza y rayos de sol salpicándola, sola entre los trinos de los pájaros y el río de aguas rápidas y someras.»
La historia de May Sarton empieza con su infancia belga y sus padres: George Sarton, brillante historiador de la ciencia, y Mabel Elwes, artista inglesa. En estas evocadoras memorias, la autora escribe sobre su formación en la escuela Shady Hill, en Cambridge, Massachusetts; su iniciación al mundo teatral de la mano de Eva Le Gallienne en el Civic Repertory Theatre de Nueva York y sus experiencias tras formar su propia compañía, que mantuvo en pie durante tres años. También nos cuenta cómo decidió ampliar horizontes y viajar a Inglaterra, donde conoció a Virginia Woolf y a otros artistas que ejercieron una gran influencia sobre ella; así como su decisión de consagrarse a la escritura tras publicar su primer poemario a los veinticuatro años.
'Conocí un fénix' son las memorias que sentaron las bases de lo que se convertiría en una de las obras autobiográficas más queridas de la literatura moderna.