Hay personas que tienen éxito en las relaciones: hacen amigos con facilidad, suelen agradar a los demás y se sienten cómodos con la intimidad. Otras desean mantener relaciones, pero al mismo tiempo temen el sufrimiento que podrían acarrearles si los demás les fallan, les hieren o les rechazan. Hay también quienes no pueden vivir sin ellas, no saben manejar ni gestionar su soledad, exageran sus necesidades y emociones, y cuando están implicados en una relación, dan vueltas y más vueltas a cuanto sucede en ellas, insatisfechos con lo que reciben, porque sus requerimientos y demandas son excesivas, y actúan demasiado preocupados por agradar a los demás. También existen personas que se revisten de una coraza de autosuficiencia hasta el punto de ser incapaces de pedir ayuda por mucho que lo necesiten, al mismo tiempo no desean ofrecerla, son personas que reprimen sus sentimientos y a las que incomoda la intimidad, personas que no sólo toleran, sino que se complacen en su soledad.
Esta realidad tiene sus raíces en la historia individual de cada uno, es una consecuencia directa de cómo le han tratado los demás, especialmente aquellas personas que han sido muy importantes en su vida, en la interacción con el contexto y con su temperamento.
¿Por qué somos como somos? ¿Por qué nos movemos con facilidad o con dificultad en el ámbito de las relaciones interpersonales? ¿Por qué amamos, somos amados o nos cuesta amar? ¿Por qué nos eligen como compañeros de relación, o por el contrario nos marginan? ¿Por qué predomina a nuestro alrededor la armonía o el conflicto? ¿Tratamos bien a nuestros hijos, a nuestros padres, a los amigos, a la pareja? ¿Desencadenamos en los demás reacciones que nos gustaría evitar?
A estos y otros interrogantes encontraremos respuesta en este libro, que explora el mundo de los vínculos afectivos, una pieza clave de la auténtica felicidad.