La experiencia más horrible que se puede tener en esta vida es la pérdida de un hijo. Si, además, es la Administración la que te lo arranca de las manos el desconcierto es total. Esta es la situación por la que muchas familias han de pasar debido a un sistema de protección de menores con demasiados errores.
Este libro es el relato de un padre en lucha por recuperar a su hija. Es una denuncia compartida con familias, con aportaciones de abogados, psicólogos, funcionarios y educadores que quieren cambiar las cosas que no se hacen bien. Es un acto de amor hacia una nena, Gemma, desde la distancia impuesta por el sistema.
Esta obra aporta una profunda reflexión sobre nuestro sistema de protección de menores: la mejor familia para un niño no es la familia ideal. Es, sencillamente, la suya.
Cuando tantas familias coinciden en la denuncia y se enfrentan a un sistema administrativo y judicial tan complejo, cuando una sociedad no protege a sus menores, es que algo importante está fallando. La crisis actual no es sólo económica, aunque no se hable de otra cosa.