El amor romántico con altas dosis de sufrimiento está cada vez más de moda entre las y los adolescentes digitales. Encuentros intensos caracterizados a menudo por la posesión de la pareja, la frialdad emocional y el permanente control del otro tanto en el mundo real como a través de whatsapp o sms. Primeras experiencias que, a menudo, se tiñen de dolor transformando la fragilidad natural de la adolescencia en una vulnerabilidad extrema. Evidentemente, es hora de afrontar uno de los desafíos urgentes de la sociedad del siglo xxi, que no es otro que empezar a educar en el amor positivo a las nuevas generaciones. Es tarea de los adultos enseñarles a ser felices en las primeras experiencias de pareja, cambiando el enfoque resignado, compasivo y justificador del amor romántico por un enfoque de auto-conciencia personal y reflexivo, para que aprendan a discernir las situaciones opresivas y de discriminación de aquellas que son verdaderamente positivas, enseñándoles a identificar oportunidades para la acción, pero también para la construcción de un nuevo paradigma que les permita vivir una experiencia de amor que sea también inteligente.
Nora Rodríguez estudió pedagogía y filología. Ha trabajado con niños conflictivos en condiciones de marginalidad y es una de las pioneras en el estudio de la violencia escolar. Es la creadora del Proyecto Atenea: un modelo de prevención e intervención para afrontar la violencia en las aulas, basado en redes de capital humano y en la promoción de la resiliencia en los alumnos.Defensora de los Derechos de la Infancia, ha impulsado la creación del título de Especialista en Convivencia y Acoso Escolar desde el Observatorio Internacional de Justicia Juvenil de Bruselas. Además es la creadora del I Congreso internacional de educación del cerebro social en las aulas, Altruismo pedagógico, compasión activa y optimismo social, pilares de la nueva educación, que llevará a distintas ciudades de Europa y América.