Este libro consta de tres partes. En la primera se plantea el sentido de la vida. Se concluye, sin ningún dogmatismo y atendiendo a todas las posturas, que hay que dar sentido al sinsentido global de la existencia. En la segunda, se concreta la idea de felicidad y la voluntad de no sufrir en cuatro ámbitos que nos parecen esenciales en la vida humana. En la tercera, se eligen dos casos, uno, el de los animales, y otro, el de la debatida eutanasia, en los que rescatamos un mínimo de felicidad evitando el sufrimiento. La división entre la primera parte y las dos restantes se debe a la diferencia entre los dos significados fundamentales de felicidad. El primero se refiere a la vida en cuanto a si merece la pena vivir o no. El segundo, dado que estamos instalados en este mundo, a los momentos gratos que podemos obtener. Ambos significados de felicidad están entrelazados, pero no distinguirlos es un error grave, un error que deseamos a toda costa evitar. Cada capítulo de las dos últimas partes es autosuficiente, pero aconsejamos que se lea el libro siguiendo el orden de sus once capítulos.